sábado, 31 de mayo de 2014

Feria del Libro. Diez libros de humor


1.- Flann O’Brien, El tercer policía. La editorial Nórdica ha publicado las mejoras obras del irlandés Flann O?Brien (1911-1966), un autor que merece la pena descubrir porque su humor no es ni previsible ni tópico. Yo destaco: El Tercer Policía, Crónica de Dalkey, La boca pobre, La vida dura, En Nadar-dos-pájaros y la antología de sus columnas periodísticas la gente corriente de Irlanda. Y comento la primera de ellas, El tercer policía, una delirante novela que tiene como protagonista a un joven ocioso que llena su cabeza con las teorías fantásticas de un estrafalario sabio llamado Selby. Deseoso de asegurarse unas rentas que le permitan dedicarse íntegramente al estudio de las obras de su maestro intelectual, comete un asesinato, con la complicidad de un compañero, pensando que la víctima posee una gran cantidad de dinero. Pero más adelante, la trama cambia de golpe y el autor sumerge a los lectores, y al argumento, en un ambiente extraño y extravagante donde los acontecimientos obedecen a leyes ilógicas. (Nórdica. 303 págs. 2006).


2.- Nancy Mitford, Amor en clima frío. La primogénita del barón de Redesdale, Nancy Mitford (1904-1973), retrata en la mayoría de sus novela, con aguda ironía, las dificultades de la aristocrática familia Montdore. En esta novela describe los problemas que tienen para casar a su hija Polly (temas parecidos aparecen en el resto de sus obras, entre las que también destaco A la caza del amor). Mitford asume el papel de amiga y narradora de las fiestas, diversiones y asuntos amorosos como un torrente divertido, dicharachero y, a la vez, levemente crítico con esa sociedad. Su sentido del humor, agudeza de ingenio y soltura narrativa, convierten su lectura en una verdadera diversión. (Libros del Asteroide. 332 págs. 2006).


3.- Arto Paasilinna, Delicioso suicidio en grupo. “El enemigo más poderoso de los finlandeses es la oscuridad, la apatía sin fin”, se lee al principio de esta divertida novela con la que el escritor Arto Paasilinna (1942), uno de los más leídos de la literatura contemporánea finlandesa, se enfrenta a una de las lacras de su país: el alto índice de suicidios. Pero Paasilinna huye de la tragedia y se enfrenta con estos problemas con una actitud irónica repleta de un sano y benéfico humor, que transmite una contagiosa esperanza de vivir. La mejor manera de afrontar esta penosa realidad es con humor, buscando la carcajada y la sonrisa cómplice de unos lectores que asisten atónitos a las ocurrencias de unos personajes que supuestamente van a la deriva. (Anagrama. 271 págs. 2007).


4.- Saki, Cuentos completos. Saki (1870-1916) es un escritor inglés satírico, conservador, patriota y dandy. Estos cuentos mantienen unas constantes estructurales y temáticas que modelan un estilo inconfundible desde las primeras páginas. Suelen estructurarse en torno a una escena de corte teatral, en donde los diálogos y las descripciones psicológicas juegan el papel fundamental: conversaciones en salones de mansiones londinenses o coloniales, fiestas o clubes de bridge. Los vicios de clase -la hipocresía, la avaricia, las maniobras del gorrón o del charlatán- son satirizados sin piedad. Se trata de una literatura que toma a los lectores por inteligentes. Saki es un refinado humorista, un orfebre del lujo literario y un despiadado cirujano de costumbres y clases. (Alpha Decay. 818 págs. 2006).


 5.- David Foster Wallace, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer. He aquí un original y entretenido libro sobre unas vacaciones en un crucero de lujo que mezcla con ingenio periodismo y literatura. El autor, uno de los iconos de la literatura posmoderna norteamericana, ya fallecido, recibe el encargo de una revista norteamericana de embarcarse en un crucero de lujo por el Caribe para describir la vida en estos exóticos superhoteles. Las entretenidas peripecias del autor, quien no consigue integrarse con el resto de pasajeros ni disfrutar de las actividades de ocio (como la esperpéntica fiesta “Que se junten los Solteros”), se entremezclan con el relato descriptivo y analítico de lo que se hace en un crucero de estas características. El reportaje es en una divertidísima parábola sobre la búsqueda compulsiva de la felicidad de los norteamericanos. En esta edición solo aparece este reportaje. En otra, anterior, figuran más reportajes periodísticos, todos muy inteligentes y entretenidos. (Debolsillo. 158 págs. 2012).


6.- Vladímir Voinóvich, Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin. La novela, prohibida en la URSS durante décadas, parte de una disparatada situación: en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, un avión del Ejército Rojo realiza un aterrizaje de emergencia en una remota aldea rusa. Hasta allí envían a un soldado para que vigile el avión. Pasan los días y las semanas, la URSS entra en guerra con Alemania, y nadie se acuerda de relevarle. Iván Chonkin, un soldado, con pocas luces que cumple su último año en el Ejército Rojo, acepta con resignación la orden, aunque también sabe sacar partido a su cometido. Con estos ingredientes, Voinóvich parodia la cotidiana realidad en la que vivían tantos millones de soviéticos. (Libros del Asteroide. 376 págs. 2006).


7.- Roy Lewis, Por qué me comí a mi padre. Inteligente y humorística obra basada en la vida de los hombres de las cavernas. El narrador es el antropoide Ernest, uno de los primeros pobladores conscientes de su propia individualidad. Ernest relata la vida de su singular familia, y en especial de su padre, el progresista Edward, quien con su actitud renovadora, se enfrentó a los hábitos de los hombres monos, como su tío Vanya, un reaccionario recalcitrante. Los primeros experimentos los aplican en su propia familia. Luego vienen los irónicos momentos importantes, como el trabajoso descubrimiento del fuego, de la lanza, la cocina casera, el arte figurativo, el matrimonio moderno, el amor, el ocio... Lo mejor es el tono discursivo y filosófico y los deliberados anacronismos. (Contraseña. 192 págs. 2012).


 8.- James Thurber, La vida secreta de Walter Mitty. Thruber (1894-1961) está considerado como el mejor humorista norteamericano después de Mark Twain. En este libro se han recogido una buena parte de sus cuentos, los que mejor representan su manera de entender la literatura y las relaciones humanas. El que da título al libro, que ha sido llevado al cine, es su relato más famoso y en él aparecen algunas de sus obsesiones narrativas: el conflicto entre la realidad y los sueños, las relaciones de pareja analizadas desde una perspectiva irónica, una divertida e intrascendente misoginia, la obsesión por la naturalidad estilística. Thurber es un experto en introducir el componente absurdo en medio de las situaciones cotidianas. En Acantilado también se ha publicado Carnaval, otra divertida antología con sus mejores relatos. (Acantilado. 264 págs. 2004).


9.- Slawomir Mrozek, La vida difícil. Este volumen reúne 37 cuentos de difícil clasificación, aunque en todos ellos impera el sentido del humor, la parodia y una irónica y sutil inteligencia. Mrozek disfruta exagerando las situaciones hasta que llegan a ser absurdas, porque así disecciona mejor los temas clave del ser humano. Sus cuentos no son burlas en el vacío sino agudos análisis críticos, con muchas dosis de humor. Muy divertidos son los que parodian aspectos esenciales del comunismo. En 2013 se publicó la antología La vida para principiantes, donde hay una variada muestra de sus divertidos relatos. Acantilado ha publicado las memorias del autor y otros muchos libros de Mrozek con sus mejores narraciones. (Acantilado. 200 págs. 1995).


            10.- Miguel Mihura, Prosa y obra gráfica. Desde muy joven, Mihura empezó a colaborar en todo tipo de revistas bien con caricaturas, bien con textos en prosa. Alcanzó la madurez en la revista Gutiérrez, donde publica muchos de sus mejores escritos que más tarde reciclaría en La Ametralladora y La Codorniz. En estos dibujos y  textos, con un sentido del humor todavía más disparatado que sus comedias, Mihura machaca la cursilería, las convenciones sociales, los tópicos y las tonterías sociales. En la misma línea, también con un humor codornicesco, destaco Por qué nos gustan las guapas, de Rafael Azcona. Este volumen reúne las colaboraciones que escribió en La Codorniz desde  1951 a 1958. (Cátedra. 1.533 págs.2004).


viernes, 30 de mayo de 2014

Mis diez libros para la Feria del Libro. Selección muy personal

Incluyo en esta entrada los diez libros publicados en los últimos meses que más me han gustado. Por supuesto que sé que estaré equivocado, que hay muchas lagunas, que no encajan algunos títulos y que me he tirado de la moto. Pero es, sencillamente, mi selección personal.


Christopher R. Beha, Qué fue de Sophie Wilder. Ambientada en Nueva Yok y Connecticut en los primeros años del siglo XXI, cuenta la vida de varios jóvenes universitarios cuya única aspiración es ser escritores. En ese ambiente se conocen Charlie Blakeman y Sophie Wilder. La novela comienza con su reencuentro diez años después. Charlie sigue viviendo como en su época de universitario y Sophie parecía disfrutar del éxito vital: su matrimonio estaba bien encaminado y su primer libro había cosechado importantes críticas. Pero, de pronto, las cosas cambian radicalmente en su vida: vive una profunda conversión religiosa, se separa de Tom y cuida del padre de Tom, enfermo terminal. La experiencia que vive con el padre de Tom es traumática y la lleva a cuestionarse su todavía incipiente fe y su relación con Dios. (Libros del Asteroide. 304 págs. 19,95 €.).


Vicente Valero, Los extraños. Todas las familias tienen sus “extraños”. Personajes que aparecen como secundarios en alguna fotografía en blanco y negro y que ya son un tema habitual en la conversación, con su halo de leyenda. Este es el tema de este original libro formado por cuatro narraciones en las que el autor, nacido en Ibiza en 1963, recuerda a cuatro familiares sobre los que apenas se sabe nada. La mayoría nacen con el siglo XX y han vivido las desventuras del África colonia, la agitada Segunda República, el hachazo de la Guerra Civil, la dura posguerra en España o en el exilio, la Ibiza rural de los años 70...  El autor ha investigado sobre sus vidas y ofrece un rastro coherente de lo que hicieron desde que se alejaron del tronco común. Un original ejercicio literario sobre la familia y los misterios familiares. (Periférica. 176 págs. 16,75 €.).



Enrique Vila-Matas, Kassel no invita a la lógica. Este libro recupera muchos de los ingredientes que han hecho famosa la literatura de Vila-Matas: sentido del humor, reflexión sobre el arte y la vida, atractivo por la mezcla de géneros, positiva visión de las vanguardias, el viaje sin retorno que es la propia literatura... Y lo hace en esta ocasión abandonando el tipo de novela que estaba escribiendo últimamente, su singular viaje a través de los excesos de la literatura que inició con una de sus grandes obras, Bartleby y compañía. Su nuevo libro es un personalísimo reportaje autoficcional que el autor ha escrito después de ser invitado a participar en Documenta 13, certamen de arte vanguardista que se celebra cada cinco años en la ciudad alemana de Kassel. El autor fue invitado a participar en una original perfomance que consistía en acudir a un restaurante chino de las afueras de Kassel, sentarse en una mesa y dedicarse a escribir. El libro cuenta esta estancia y su particular visión del vanguardismo. (Seix Barral. 300 págs. 2014).


Ba Jin, Familia. Ambientada en 1919 en una ciudad de China Central, Chengdú, la novela transcurre en un momento de cambio, cuando entra en crisis el modelo de familia feudal y es lentamente sustituido por valores más modernos y occidentales. La familia Gao sigue aferrada a las tradiciones seculares, pero los hermanos Gao, jóvenes y estudiantes, saben que ha llegado el momento de pasar página. La novela describe muy bien la atmósfera que se vive en el clan, las fiestas y efemérides, y la irrupción de una juventud más instruida que reclama cambios en la familia y en la sociedad. (Libros del Asteroide. 376 págs. 2014).



Benjamín Black, La rubia de ojos negros.            Quienes hayan disfrutado con las historias del detective Marlowe, escritas por Raymond Chandler (1888-1959), como El sueño eterno, El largo adiós, La hermana pequeña..., sin duda millones en todo el mundo, revivirán ese disfrute con esta novela de Benjamin Blanck, pseudónimo de John Banville. Banville es un irlandés de 69 años que utiliza precisamente el nombre de Benjamin Blak para sus novelas negras. Fueron los herederos de Chandler los que invitaron a Banville a recrear una nueva aventura de Marlowe. Y Banville ha hecho una obra maestra. No un pastiche, no una imitación, sino algo original que sigue siendo a la vez el espíritu de Marlowe y delata  su compleja y divertida psicología. (Alfaguara. 336 págs. 18 €.).



Julio Camba, Crónicas de viaje. La vida y la obra de Julio Camba (1884-1962) se encierra en una columna periodística, género al que dedicó miles de artículos que se publicaron en diferentes periódicos, aunque fue en el diario ABC donde colaboró de manera más asidua. Este libro es una antología “amplia y diacrónica” de 150 artículos que Camba escribió desde los destinos en los que estuvo como corresponsal, aunque también se incluyen artículos que muestran su faceta sedentaria, como los dedicados a Madrid. Camba estuvo de corresponsal en Estambul, París, Londres, Suiza, Nueva York. En estos artículo aparece el Camba breve, chispeante y escueto que tanto divertía a sus lectores. Camba no escribe como el típico turista sino que se fija más en los aspectos más intrascendentes, cotidianos y domésticos, y sobre ellos aplica su mirada irónica y divertida. (Fórcola. 368 págs. 23,50 €.).


 Hillel Halkin, ¡Melisande! ¿Qué son los sueños? A finales de la década de los 50, en Nueva York, dos chicos: Hoo y Ricky, y una chica, Mellie, se conocen en el instituto. Años después, Hoo vierte en una carta dirigida a Mellie, convertida en su mujer, sus recuerdos hasta el momento presente. Hoo recoge unos años convulsos, intensos, llenos de contradicciones: el macartismo, la revolución de los 60, la guerra de Vietnam, sus amistades e ideales políticos, sus primeros años de casados, su trayectoria profesional... Es una pena que cargue la mano a la hora de describir la intimidad sexual de los protagonistas. El autor retrata una generación sin referencias morales claras en una poderosa y sugerente novela que aborda temas de gran calado como el valor de la fidelidad matrimonial o la necesidad del perdón. Pero no ofrece soluciones de fácil digestión. (Libros del Asteroide. 261 págs. 18,95 €.).


Gaziel, De París a Monastir. Periodista por accidente, Agustín Calvet (1887-1964), Gaziel es su seudónimo, se encontraba en 1914 en París ampliando estudios de Filosofía. Y esa estancia le cambió la vida, pues allí vivió en directo el inicio de la Guerra. Escribió sus experiencias en un diario personal que transformó en crónicas y publicó en La Vanguardia ese mismo año. A partir de entonces fue contratado como corresponsal. Sus crónicas se han reunido en varios libros que están viendo la luz últimamente. Diario de un estudiante. París 1914, ha sido reeditado a finales de 2013 en Diéresis, donde también apareció En las trincheras (2010), una antología de las crónicas que publicó en otros libros. Ahora se publica este libro con su experiencia como corresponsal a finales de 1915, cuando hace un viaje hasta Grecia y Serbia. Al autor le interesa describir con detalle la experiencia de ese complicado viaje, que se convierte en el motivo de las crónicas, más que el frío análisis de la guerra. En sus crónicas destaca su actitud “espiritual” y “moral”. El éxito de sus escritos radica también en su alta calidad estilística y en la profundidad con el que aborda los sucesos. (Libros del Asteroide. 308 págs. 17,95 €.).


Leonardo Padura, Herejes. Autor de una serie de novelas policiacas, Padura (La Habana, 1955) consiguió un gran éxito internacional con El hombre que amaba a los perros. Herejes tiene como protagonista al detective Mario Conde, quien debe resolver el misterio de un cuadro de Rembrandt que unos judíos vieron desaparecer cuando el transatlántico Saint Louis no recibió la autorización de atracar en Cuba con 900 judíos que huían del nazismo. En el puerto, esperando a sus padres, se encontraban el niño Daniel y su tío Joseph, que llevan viviendo una temporada en La Habana. La novela se centra en el cuadro y en el destino de estos personajes y sus descendientes, con incursiones en la Cuba actual. Novela ambiciosa, de estructura compleja, con algunos pasajes ácidos y amorales. Padura habla de historia, de judíos, de sueños de libertad, de la presión de los totalitarismos.... (Tusquets. 520 págs. 21 €.).


Mircea Cartarescu, Las Bellas Extranjeras. Reúne este volumen tres relatos concebidos como reportajes que tienen al propio autor rumano como protagonista. Abandona Cartarescu aquí la prosa onírica y surrealista del resto de su obra para contar tres episodios de su accidentada vida como escritor. En el relato que lleva el mismo título que el libro, el mejor y más largo, revive el autor un viaje que hizo a Francia con otros escritores rumanos para participar en unas jornadas literarias. Cartarescu no sólo cuenta la kafkiana y a veces surrealista experiencia de esos días, sino que frecuentemente se remonta al pasado para explicar más cosas de su vida y de su relación con el resto de escritores rumanos invitados. El autor tiene una habilidad especial para sacar partido cómico a las situaciones que vive. (Impedimenta. 254 págs. 19,95 €.).


miércoles, 28 de mayo de 2014

“Crónica de un vendedor de sangre”, de Yu Hua


Publicada originariamente en chino en 1995, esta novela de Yu Hua (1960) comparte con ¡Vivir!, su gran obra, una parecida ambientación, pues transcurre en los años anteriores y posteriores a la Revolución Cultural y muestran una China muy a ras de suelo, con algunas tradiciones y reacciones que pueden provocar sorpresa en los lectores occidentales por su exotismo un tanto primitivo, sobre todo en lo que se refiere a las relaciones humanas, a la consideración del matrimonio, al papel de la mujer, al diferente valor de los hijos o hijas y a algunas creencias y supersticiones que proceden de la China más rural, como el recurso a la venta de sangre para conseguir unos ingresos extras. Sin embargo, la dura vida de contradicciones y penalidades de Xu Sanguan, su protagonista, acaba por convertirse en un drama de valores locales que se transforman en plenamente universales.
            Aunque vive en la ciudad, donde trabaja como repartidor de capullos de gusanos de seda en una fábrica de la ciudad, Xu Sanguan es una persona que procede del mundo rural, donde ha aprendido una filosofía de la vida que mantiene en su quehacer diario. Apenas tiene dinero para sobrevivir, pero gracias a unos vecinos de su pueblo descubre la posibilidad de vender sangre para incrementar generosamente sus ingresos. De hecho, se trata de una transacción bien vista, como le explica a Xu su tío: “Aquí, el hombre que no haya vendido sangre alguna vez no encuentra mujer que quiera casarse con él”.
Con el dinero de la primera vez que vende sangre –acción que repetirá numerosas veces a lo largo de su vida, de hecho este es el hilo conductor de la novela- decide contraer matrimonio. Se fija en Xu Lan, conocida como “la Venus de la Freiduría”, pues trabaja de cocinera en un pequeño restaurante de desayunos y tapas haciendo churros. Las negociaciones para el matrimonio tienen más que ver con una operación comercial que con otra cosa. Al final, Xu Lan abandona  su novio He Xiaoyong y se une a Xu Sanguan, con el que tiene tres hijos llamados Primer Júbilo, Segundo Júbilo y Tercer Júbilo.
La novela cuenta las dificultades que atraviesa el matrimonio por culpa del pasado de Xu Lan, del carácter de Xu Sanguan, de las hambrunas y de las complicada vida en China. Nada es fácil, tampoco en la relación con sus hijos, aunque todo está contado de manera llana y optimista, con un estilo sencillo y popular. Ya casado, Xu sólo recurrirá a vender su sangre cuando las dificultades familiares sean más graves de lo normal. La última parte de la novela es la más emotiva, pues Xu Sanguan muestra una generosidad heroica para sacar adelante a sus hijos en medio de unas dramáticas circunstancias.
            Como en ¡Vivir!, en medio de un ambiente muy realista y costumbrista, con personajes también populares, el autor muestra de manera muy original algunos valores humanos y familiares. Todo ello en medio de una exótica y ancestral filosofía de la vida que se complica todavía más con los valores comunistas y con la paranoia que provoca la Revolución Cultural, que afecta de lleno a Xu Lan. El autor emplea un estilo espontáneo, sencillo, directo, pícaro, coloquial que es un fiel reflejo de la manera de pensar y de afrontar la vida de unos personajes que, aunque tienen que sobrevivir al precio que sea en un entorno hostil, transmiten también esperanza y amor filial.

Crónica de un vendedor de sangre
Yu Hua
Seix Barral. Barcelona (2014)
304 págs. 19 €. (papel). 12,99 €. (digital).

Traducción: Anne-Hélène Suárez Girard.

jueves, 22 de mayo de 2014

“Qué fue de Sophie Wilder”, de Christopher R. Beha


Atrevida primera novela del escritor norteamericano Christopher R. Beha (Nueva York, 1979), más que por el estilo y el argumento por los temas de fondo que trata. La novela, ambientada en Nueva Yok y Connecticut en los primeros años del siglo XXI, cuenta la vida de varios jóvenes universitarios acomodados cuya única aspiración en la vida es ser escritores, lo que se plasma en sus gustos, aficiones y estilos de vida, aunque a la larga, salvo el barniz intelectual y la pose metaliteraria, acaban viviendo como el resto de sus compañeros, con constantes fiestas, fuerte relación con el alcohol y el sexo y una epidérmica y “literaria” concepción de la existencia. En ese contexto típico de muchas novelas de campus, en las clases de un taller literario se conocen Charlie Blakeman y Sophie Wilder, quienes acabarán siendo novios una temporada, aunque al final Sophie se casará años después con Tom, un joven que quiere ser abogado.
            La novela comienza con el inesperado reencuentro diez años después de Charlie con Sophie. Charlie sigue viviendo más o menos como en su época de universitario, siempre en fiestas literarias, preparando su segunda novela (la primera pasó sin pena ni gloria), con una distante relación con su madre tras el fallecimiento de su padre y con el recuerdo de que Sophie podía haber sido la mujer de su vida. Por su parte, Sophie parecía disfrutar en esos años del éxito vital: su matrimonio con Tom estaba bien encaminado, su primer libro de relatos había cosechado importantes críticas y su dedicación a la escritura seguía siendo intensa y plena. Pero, de pronto, las cosas cambian en su vida.
            En primer lugar, Sophie vive una profunda conversión religiosa. En las visitas que hacía a la casa de Beth, la tía de Tom que le había educado (su madre había muerto en un incendio y de su padre no quería saber absolutamente nada), descubre algunos libros religiosos en las estanterías de su habitación. Uno de ellos es La montaña de los siete círculos, de Thomas Merton, lectura le provoca un profundo shock, pues le descubre una realidad sobrenatural totalmente desconocida para ella. Su conversión influye en su relación con Tom, también católico, pero quien vive la fe como una mera e intermitente costumbre social y familiar que se reduce a la asistencia a algunas ceremonias litúrgicas. No es el caso de Sophie, a quien la experiencia religiosa transforma de manera radical.
            Hay también otro suceso que marca a Sophie. El padre de Tom, Crane, se encuentra gravemente enfermo, casi en proceso terminal. Sin el conocimiento de Tom, Sophie, a pesar del rechazo cínico y cáustico de Crane, intenta ayudarle pues éste no tiene absolutamente a nadie a su lado para afrontar sus últimos momentos. Charlie se reencuentra con Sophie, por tanto, cuando ella está intentando superar tanto la separación de Tom como la muerte del padre. También ha decidido abandonar la escritura. Charlie piensa que puede ser la ocasión de volver por fin con ella.
            La conversión religiosa de Sophie ocupa un lugar destacado en la novela y condiciona tanto la evolución del argumento como la densidad de los temas que aborda el autor. No se trata, en el caso de Sophie, de una elección estética, una provocación o “una perfomance bohemia” con la que mostrar su rechazo al mundo. Su conversión es auténtica, decisión que no entienden ni sus compañeros, ni su marido, ni Crane, profesor de filosofía en la Universidad: “Es curioso [le dice a Sophie]. Después de tanto tiempo, la gente sigue sin poder pasar sin Dios. Jamás imaginé que sobreviviría a vuestra generación. Incluso los ateos son militantes. No consiguen superar esa idea”.
            La experiencia que vive con el padre de Tom es traumática, pues lleva a Sophie a cuestionarse su todavía incipiente fe y su relación con Dios. Todas estas dudas y situaciones aparecen bien descritas en la novela, que no muestra ni vidas ni soluciones modélicas pero que sí abre la puerta a planteamientos, preguntas y experiencias existenciales distintas a las que suelen aparecer en la literatura contemporánea, donde el ingrediente espiritual es escamoteado, ridiculizado o disfrazado de las habituales connotaciones new age. Al interés de estos conflictos, nada convencionales, hay que sumar la contaminada mirada literaria que tienen los protagonistas sobre la realidad, que determina su desenlace.
  


Qué fue de Sophie WilderChristopher R. Beha
Libros del Asteroide. Barcelona (2014)
304 págs. 19,95 €.
T.o.: What Happened to Sophie Wilder.
Traducción: Damià Alou.