miércoles, 11 de junio de 2014

Feria del Libro: Novelas Centroeuropeas y del Este


1.- Joseph Roth, Job. El judío Mendel Singer es un rabino de una pequeña localidad rusa. Casado, con cuatro hijos, es una persona sin muchas ambiciones que vive entregada a sus obligaciones religiosas. Cuando sus hijos son mayores, las cosas se le complican cuando el mayor decide huir a América. Un día reciben buenas noticias de él y se van a vivir a Nueva York. Se traslada toda la familia menos el pequeño, Menuchim, que había nacido tullido. Pero en América se tuercen las cosas. Roth centra su narración en la sencilla personalidad del rabino y en los duros sucesos que padece y que hacen tambalear su fe. Todo está descrito de una manera amable, cercana y familiar. El resto de su literatura ha sido muy bien editada en nuestro país. (Acantilado. 224 págs. 2007).


2.- Stefan Zweig, Mendel el de los libros. Esta breve obra narra la historia de un excepcional librero que pasa su vida recibiendo lectores en la mesa de un café vienés. Con su conocimiento bibliográfico y su enciclopédica memoria mantiene un cordial trato con sus clientes de media Europa, en una existencia hecha por y para los libros y los lectores. Mendel no sirve para vivir en un mundo tan alterado por la Gran Guerra y llega a ser una de sus más despreocupadas y cándidas víctimas. Zweig ha sido un auténtico fenómeno literario en los últimos años. Se ha reeditado lo mejor de su amplia y variada producción literaria. (Acantilado. 57 págs. 2009).


3.- Alexander Lernet-Holenia, El estandarte. La novela más destacada de este importante escritor austriaco (1897-1976) aborda un tema muy sugestivo en la literatura centroeuropea: la caída del Imperio austro-húngaro. El autor centra toda la acción en plena Primera Guerra Mundial, con un protagonista que se debate entre las obligaciones y tradiciones de su cargo militar y el amor romántico por una joven dama de la corte. La novela tiene intensos pasajes románticos y hasta góticos que se desarrollan en medio del fragor de la batalla, en un momento delicado para los intereses del Imperio, cuando las tropas empiezan a desintegrarse y los ideales imperiales sucumben por todos los lados. (Libros del Asteroide. 334 págs. 2014).


4.- Eduard von Keyserling, Princesas. Las novelas de Von Keyserling (1855-1918) describen la despedida final de la Belle Époque y del mundo decadente de la aristocracia báltica de habla alemana. Princesas es un retrato social del amor y de la pérdida. Los protagonistas giran en torno a la corte de un pequeño principado arruinado, incapaz de adaptarse al cambio de los tiempos. ¿Qué hacer ante la posible ruina? Esa parece la principal preocupación de la soberana del país, la viuda Adelheid von Neustatt-Birkenstein, que duda entre casarse o no con un pretendiente que podría solucionar los problemas económicos de la corte. (Nocturna. 255 págs. 2010).


5.- Angel Wagenstein, El Pentateuco de Isaac. El autor es un conocido cineasta búlgaro nacido en el seno de una familia sefardí en 1922. La vida de los judíos centroeuropeos el tema de sus principales libros, entre los que también destacan Adiós, Shanghái y Lejos de Toledo. Esta novela cuenta la vida del judío Itzik Blumenfeld, desgraciado testigo de la historia de Centroeuropa. Nació en una aldea de Galitzia; vio cómo se desmembraba el Imperio Austrohúngaro; vivió como soldado la Segunda Guerra Mundial; estuvo en un campo de concentración alemán y años después en el gulag soviético. Su agitada vida es un reflejo de aquellos convulsos años. (Libros del Asteroide. 320 págs. 2008).


6.- Miklós Bánffy, Los días contados. Magnífico novelón del siglo XIX, escrito en el XX, sobre la situación política y social de una Hungría convulsa y por los estertores del imperio Austro-Húngaro. La perspectiva está tomada desde la vida de la nobleza y la alta burguesía de aquel país, que parece presentir y esquivar su catástrofe a base de una actividad volcada en las cacerías, viajes, fiestas, casinos, amoríos, duelos de honor y presencia en la política parlamentaria. (Libros del Asteroide. 666 págs. 2009).


 7.- Sándor Márai, El último encuentro. Novela que tiene una estructura que este autor húngaro, exiliado en Estados Unidos hasta su muerte, suele repetir con frecuencia: el enfrentamiento dialéctico entre varios personajes, sobre los que planea un conflicto que debe superarse en un momento dado. En esta ocasión, se trata del reencuentro, tras 41 años sin verse, entre dos viejos amigos en una casa de campo de Hungría. Uno de ellos es un antiguo general ya retirado que vive consumido por la nostalgia y el rencor. El otro, Konrad, fue su mejor amigo durante buena parte de su vida. El reencuentro tiene que ver con el motivo de la ruptura de la amistad, un suceso que el general ha venido rumiando una y otra vez durante todos estos años. Con habilidad, Márai presenta los personajes y despliega los ingredientes de la novela. Después de esta novela se han publicado un buen número de obras de Márai; sin embargo, ésta es la más emocionante. Márai está muy bien editado en nuestro país. Destacamos también sus dos libros memorialísticos: Confesiones de un burgués y ¡Tierra, tierra! (Salamandra. 188 págs. 1999).


8.- Lajos Zihaly, El ángel del odio. Esta novela es un homenaje a la Hungría natal del autor, víctima tanto del nazismo como del comunismo. A través de la vida del protagonista, Mihály Ursi, astrónomo, idealista, emparentado, al casarse, con una de las familias de mayor rango del país, se narra la historia magiar desde 1939 a 1950, con abundantes referencias a los decenios anteriores y a otros momentos del pasado. Los hechos están muy bien contados, en un ambiente de tensión, de guerra, de lucha en la clandestinidad, de grandes cambios en la vida social y cultural. (Funambulista. 534 págs. 2012).


9.- Józef Czapski, En tierra inhumana. Publicada en 1949, este sobrecogedor diario cuenta un trágico episodio de la Segunda Guerra Mundial. En 1939, Polonia fue invadida por Alemania y la URSS. Unos 15.000 oficiales polacos, entre los que se encontraba Czapski, fueron deportados a campos de concentración soviéticos. Cuando Alemania declaró la guerra a la URSS, estos militares, en principio, podían ya regresar a Polonia. Pero sólo lo hicieron unos 400; el resto habían sido asesinados por orden de Stalin, aunque se intentó ocultar esta realidad. Czapski recibió el encargo de encontrar el paradero de estos oficiales desaparecidos. Con una excelente calidad y densidad, Czapski no sólo relata este proceso sino que describe la sistemática maquinaria soviética de asedio contra la dignidad humana. Acantilado. 492 págs. 2008).


10.- Iván Goncharov, El mal del ímpetu. Publicada en 1838, esta breve y divertida novela se considera un precedente de Oblómov, una de las grandes novelas de la literatura rusa. La novela describe en clave cómica la “enfermedad” que aqueja a la familia Zurov. Cuando llega la primavera, sufren una profunda transformación que les empuja a salir al campo a constantes excursiones para sacarle todo el jugo a la vida y a la naturaleza. En el otro extremo está Nikon Ustínovich: perezoso y glotón, que vive permanentemente en la cama. El relato es hilarante y está contado con un clima narrativo totalmente ruso. (Minúscula. 110 págs. 2010).

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