miércoles, 26 de noviembre de 2014

“Sobre la crítica literaria”, de Marcel Reich-Ranicki



            Fallecido en 2013, Marcel Reich-Ranicki (1920) ha sido durante décadas el crítico literario más prestigioso de Alemania. Ejerció la crítica en muchos medios, especialmente en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung y también en el famoso programa televisivo El cuarteto literario, muy popular en Alemania. Su biografía Mi vida, es un apasionante recorrido por su vida (judío de origen polaco, estuvo recluido en el gueto de Vasovia, del que consiguió escaparse) y por su activa participación en la vida literaria y cultural alemana durante décadas, no exenta de polémicas.
            Este ensayo Sobre la crítica literaria conecta con otro también publicado hace años, Los abogados de la literatura (2006), en el que repasaba la labor que realizaron eminentes críticos literarios, desde Lessing, considerado el padre de la crítica alemana, hasta prestigiosos y polémicos críticos literarios contemporáneos, todos alemanes.
            Sobre la crítica literaria es un ensayo que Reich-Ranicki publicó en 1970 como introducción a una antología titulada significativamente Críticas demoledoras y nada más, donde agrupó un conjunto de críticas y reseñas en las que algunos libros y autores no salían muy bien parados. Este breve ensayo cuenta con un largo epílogo escrito por el crítico español Ignacio Echevarría en el que reflexiona sobre el contenido del libro, matiza y disiente de algunas opiniones y conecta el alcance de  las opiniones de Reich-Ranicki con el ámbito español y Latinoamericano.
            El punto de partida del ensayo del crítico alemán es la dificultad de ejercer la crítica literaria en Alemania. Y no sólo hace siglos, cuando el país estaba sumergido en un régimen absolutista; también ahora, la crítica literaria es un género con escasos reconocimientos. Reich-Ranicki recuerda el famoso verso del joven Goethe, “Matad al perro ese! / ¿No veis que es reseñista?”. Y también recopila algunas otras frases de escritores que, como Joseph Görres, a inicios del siglo XIX, llamaba a los críticos “víboras venenosas que se revuelcan en tribunales en la sombra” o ese comentario tan citado de Ludwig Börne: “el que no sabe escribir se dedica a la crítica”. Parte del ensayo de Reich-Ranicki, como otros libros suyos ya mencionados, se dedica a reivindicar la necesaria presencia de la crítica independiente en el mundo literario actual.
            En estas reflexiones hay un repaso histórico y crítico sobre la crítica que realizaron eminentes críticos como Lessing, Friedrich Schlegel, Christoph F. Nicolai, Theodor Fontane... Todos ellos destacan también el valor de la crítica negativa, es decir, aquellas críticas que señalan los defectos de la obra, sus ingredientes mediocres y las claves de su fracaso. Lógicamente, este tipo de crítica, antes y ahora, suele provocar encendidas polémicas con los autores, que disienten abiertamente de la autoridad de los críticos.
Reich-Ranicki, al contrario, considera que los críticos profesionales son los que tienen reconocimiento y potestad para juzgar las obras literarias, aunque sus criterios sean eminentemente subjetivos y su labor tenga un marcado carácter individual. Por ello, cuestiona el papel de los que denomina “domingueros de la crítica”, autores que de vez en cuando se dedican a reseñar las obras de sus colegas y que suelen caer en la sobrevaloración desmedida y la chapucería del elogio. Como escribió Nicolai ya en 1755, “los errores de la crítica no son ni de lejos tan dañinos como los elogios que se prodigan los autores entre ellos”. Reich-Ranicki describe estas críticas como “tibia lluvia de los favores mutuos” que “cae sobre el paisaje yermo”. Para Walter Benjamín, citado profusamente en el epílogo de Javier Echevarría, “sólo quien sepa destruir podrá criticar”.
            Estas reflexiones sobre la crítica negativa profundizan en la misión higiénica de la crítica y el oficio de crítico en el contexto literario actual, reflexiones que tienen continuidad en el epílogo de Echevarría. A pesar de las polémicas y los enfrentamientos que pueden desatarse después de una crítica negativa, que Reich-Ranicki considera inherentes al ejercicio de su profesión, también pone las cosas en su sitio y rebaja su alcance: “En cualquier caso –escribe-, conviene no sobreestimar la influencia directa de la crítica en el éxito o el descalabro, sobre todo comercial, de algunos libros. Y consolará por igual a enemigos y a partidarios de la crítica saber que ningún crítico –ni aun siendo un genio- es capaz de aniquilar una obra de arte literaria que esté viva ni de dar vida a otra que esté muerta”. Y es que “el crítico solo está en situación de alentar y suscitar, de favorecer y acelerar y, por supuesto, también de impedir procesos de comprensión y descubrimientos”.


Sobre la crítica literaria
Marcel Reich-Ranicki
Elba. Barcelona (2014)
144 págs. 14 €.
T.o.: Ubre literaturkritik.
Traducción: Juan de Sola.


No hay comentarios:

Publicar un comentario