miércoles, 3 de junio de 2015

“Aprende a cocinar lo suficientemente mal como para que otro lo haga por ti”, de Itxu Díaz


“La cocina es el arte de que otros se manchen por ti para darte de comer”. Tanto el título del libro como esta cita explican con creces el contenido de este divertido libro, que se propone parodiar la obsesión por el arte culinario que inunda hoy día los canales de televisión y hasta la vida diaria. A la mínima de cambio, en medio de una intrascendente conversación, sale el aficionado o experto cocinero de turno para colocarte el último plato que ha preparado y que ha causado sensación a su mujer y a toda la comunidad de vecinos. Esta fiebre ha provocado también que se multipliquen los libros gastronómicos, las secciones culinarias en revistas y periódicos y que la cocina sea, nunca mejor dicho, el plato fuerte de algunas cadenas televisivas. Todo el mundo es hoy un chef en potencia, y la conversación cotidiana está salpicada de términos que proceden del argot culinario.
            Itxu Díaz, su autor, es un periodista y escritor cuya principal marca de identidad es el empleo de humor y la sátira. Ya lo demostró en su anterior libro Yo maté a un gurú en Internet y lo hace a menudo en sus colaboraciones periodísticas en distintos medios de comunicación. Él mismo afirma que el humor, que no está de moda -por lo menos en la literatura (porque es más fácil escribir de las tragedias, por ejemplo)-, es la mejor fórmula para sobrevivir y para ayudar a sobrevivir a otros. En esta línea, Itxu Díaz ha declarado quiénes son sus referentes contemporáneos de la literatura española de humor: Julio Camba, Jardiel Poncela, Muñoz Seca, Miguel Mihura, Alfonso Ussía… Que nadie busque en este libro, por lo tanto, un tratado sistemático sobre la cocina o la anticocina. La finalidad del autor es la evasión pura y dura.
            Todo el libro está dedicado a la gastronomía. Comienza con una afirmación de gran calado existencial (“existe la cocina porque existe el hambre”) y unas nociones básicas de historia de los alimentos, como el descubrimiento de la manteca, que describe de esta manera: “Hay un antes y un después en la historia de la gastronomía gracias a los hebreos, que descubrieron la manteca sin querer. La descubrieron haciendo una guarrada, que es como se han obtenido la mayoría de los avances gastronómicos en la historia de la humanidad”. Luego explica de manera somera los diferentes utensilios y elementos que uno puede encontrarse en la cocina, para los que el autor encuentra los usos más disparatados. A continuación, en el capítulo titulado “¿Por dónde empezar?”, aporta unas útiles recetas “para tontos”, como el huevo frito, la leche caliente y el filete a la plancha.
            Todo lo que tiene que ver con la cocina aparece reseñado en este manual. Por ejemplo, cómo manejar un libro de recetas, donde resultan muy interesantes sus consejos sobre las cantidades y medidas y el uso publicitario de la fotografía culinaria. En la cocina actual es fundamental también la presentación, “y esa es la razón por la que –explica Itxu Díaz- los revueltos ha tardado tanto tiempo en triunfar en los restaurantes vanguardistas”. La cocina es un arte, y hay que cuidar por tanto la estética: por ejemplo, “el uso del delantal te da un toque de profesionalidad y elegancia. Úsalo para cocinar salvo que tengas previsto mancharte. Son imposibles de lavar”. El autor anima a los aspirantes a cocineros a que cultiven su propio huerto y detalla cuáles tienen que ser los principales inquilinos en el caso de que se lance a poner en marcha una granja.
            No resulta nada fácil mantener el interés en un libro de estas características, basado en el sentido del humor. A menudo, de estos libros sólo quedan unos cuantos chistes y un par de anécdotas. Itxu Díaz se lo ha currado, pues el libro mantiene su tono hasta el final. El autor demuestra su veta irónica y sarcástica en un tema ciertamente muy actual, dado por tanto a ridiculizar situaciones y parodiar actitudes. Por eso, su libro es también un ejercicio divertido de sociología, pues sirve para retratar el funcionamiento mimético y esperpéntico de las personas cuando algo se convierte en una moda social. Y también cumple con creces su objetivo último: no enseñar a cocinar. Y es que, para el autor, “como en casi todas las artes, lo importante del cocinero no es hacerlo bien, sino tener estilo”.


Aprende a cocinar lo suficientemente mal como para que otro lo haga por ti
Itxu Díaz
Hércules de Ediciones. A Coruña (2015)
152 págs. 17,50 €.
Ilustraciones de Iñigo Navarro Dávila.

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