sábado, 9 de julio de 2016

“El hígado de Prometeo”, de Jorge Bustos


Jorge Bustos (Madrid, 1982) escribe en el diario El Mundo y colabora asiduamente en diferentes medios de comunicación. Es, sin lugar a dudas, una de las voces más prometedoras del periodismo actual, como demuestran los artículos que forman parte de este libro, El hígado de Prometeo, finalista en 2016 del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos. Bustos es autor también de La granja humana, libro a mitad de camino entre la reflexión ensayística y el análisis periodístico de la actualidad.
            Su nuevo libro está formado por conferencias y artículos publicados en diferentes revistas culturales y de actualidad. El hilo conductor está marcado por el texto que abre el libro, “El hígado de Prometeo”, una conferencia que dictó en 2014 en Madrid y que intenta ser una radiografía muy personal de “las raíces culturales del futuro”.
Tiene Bustos excelentes intuiciones intelectuales con las que justifica su certera interpretación de lo que está pasando en la actualidad en el mundo de las ideas culturales. En este texto realiza una apasionada defensa de los valores humanistas, que siguen estando vigentes a pesar del auge de la filosofía de la sospecha y de lo que George Steiner ha llamado “el fascismo de la vulgaridad”. Piensa Bustos que la posmodernidad es “un infantilismo masivo de Occidente”, pero no discute su dictadura en los medios de comunicación y en los ámbitos culturales, creando un nuevo paradigma cultural que nace de “la agonía de la edad del humanismo”. El autor  defiende que estas amenazas, potentes (“nunca fue tan osada la ignorancia”), no conseguirán derribar los ideales humanistas. Esta conferencia contiene, pues, las claves para entender el pensamiento de fondo de Jorge Bustos, defensor del canon occidental cultural, la base de su pensamiento y de su profunda formación cultural.
            Sorprende la familiaridad con la que en esta conferencia, y a lo largo de todo el libro, Bustos cita a los clásicos. Sus referencias culturales son amplias y variadas, lo que le permite criticar de manera original, distante, “melancólica y desabrida”, los vaivenes de la actualidad, vista con una mirada humanista, que en su caso define como de  “pesimista ilustrado”. Pero Bustos tiene una acusada vena periodística que se traslada a su estilo, efectivo y contemporáneo, nada grave ni acartonado, y a sus numerosas referencias éticas, filosóficas, culturales, que siempre conecta con anécdotas actuales. Su punto de partida es una realidad que conoce muy bien y que, además, sabe interpretar de manera crítica, irónica y con mucho sentido del humor.
            Esta sobredosis de realidad se analiza también detalladamente en el segundo texto de este libro, un artículo en el que describe la realidad española y hace una interpretación muy recomendable de las grandes líneas de la vida política y cultural. Divide Bustos en cuatro las tendencias dominantes del pensamiento político actual: socialdemócratas, liberales, izquierdistas y conservadores. Su lúcido análisis, clarividente y a veces corrosivo, explica muchas claves de maneras de funcionar y de tópicos instalados en la vida política y en la opinión pública que Bustos desgrana con otros ejemplos en sus artículos periodísticos.
            De todos ellos, merece la pena destacar algunas constantes. Por ejemplo, su conocimiento y admiración por un grupo de periodistas españoles del siglo XX, hoy muy valorados y editados, que elevaron la calidad literaria del periodismo español. Para Bustos, son sus maestros y vemos en sus artículos la influencia de todos ellos: Manuel Chaves Nogales, Julio Camba, Josep Pla, César González Ruano y Wenceslao Fernández Flórez. También alaba Bustos a otro escritor, el colombiano Nicolás Gómez Dávila, “el hombre que nos vengó de la modernidad”, de quien toma muchas ideas de sus escolios y la cita programática con la que se abre este libro: “La lucha contra el mundo moderno tiene que ser solitaria. Donde hay dos hay traición”.
            Luego, al hilo de noticias de actualidad, escribe sobre otros escritores y artistas claves para entender el presente, como Chesterton, Eugenio Xammar, Stefan Zweig, Hannah Arendt, Salvador Dalí… Concluye el libro con una serie de artículos muy divertidos con los que el autor ridiculiza algunos tics culturales dominantes, como el “prestigio intelectual del coaching”, una vista a un SPA, la omnipresencia de las series de TV, la agotadora metáfora del selfie, la inevitable convivencia con las redes sociales y la funesta moda de los programas televisivos dedicados a la cocina.
            La defensa del humanismo, en las grandes ideas y en las pequeñas tendencias culturales, se manifiesta además en un manejo del idioma muy dinámico y vital, de sorprendente calidad literaria, plagado de múltiples referencias a libros, películas, anuncios, declaraciones de políticos de actualidad, frases y tendencias de moda. Bustos, como sus declarados maestros periodísticos, tiene la habilidad de no aburrir y de encontrar entretenidos argumentos para resaltar sus humanistas puntos de vista.

Bajo la fórmula del articulismo literario encontramos a un escritor que huye de la superficialidad, que se burla de los tópicos y de los valores políticamente correctos y que pone el dedo en la llaga, con mucho humor, en las enfermedades de nuestro tiempo, para las que propone como medicina el redescubrimiento de la cultura y los valores clásicos y el regreso a la lectura: “el que no lee a los clásicos no llega a ser del todo humano”.


El hígado de Prometeo
Jorge Bustos
Nobel. Oviedo (2016)
292 págs. 20 €.

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