sábado, 24 de septiembre de 2016

“Historia a pie de calle”, de Alberto de Frutos


Periodista y escritor, Alberto de Frutos, redactor-jefe de la revista Historia de Iberia Vieja, acaba de publicar Historia a pie de calle, libro en el que brillan las  mejores virtudes literarias y periodísticas del autor, como ya hiciera también en su anterior libro, Breve historia de la literatura española, un resumen muy ameno e inteligente de lo mejor de nuestra literatura.
            Como escribe en el prólogo de esta “Crónica de la España que nos trajo el presente”, el autor renuncia de manera explícita a la historia oficial para fijar su atención en la historia mínima y doméstica, que desgrana en variados y amenos episodios con los que da vida a toda una época. El libro abarca desde 1931 hasta la actualidad y está dividido en seis grandes bloques cronológicos. En ellos, Alberto de Frutos revive y reconstruye el ambiente sociológico y sentimental de aquellos años, y rescata las ilusiones colectivas de la gente normal y corriente, que tuvieron que soportar a lo largo de estas décadas momentos muy duros, como durante la Guerra Civil y los años de hambre y de dictadura, a la vez que no tenían más remedio que tirar para adelante, buscar consuelos y entretenimientos o, para sobrevivir, emigrar al extranjero.


            Comienza el autor hablando de los años de la II República, donde recuerda la  pasión que ya se vivía en esos años por el fútbol (que comenzaba a ser un irresistible fenómeno de masas), las consecuencias de la aprobación de la Ley de Vagos y Maleantes y la primera vez que las mujeres acudieron a las urnas.  Luego, en los años de la Guerra Civil, destaca la llegada de las Brigadas Internacionales, el multitudinario entierro en Barcelona de Durruti, la accidentada evacuación de los cuadros del Museo del Prado y, entre otros asuntos, la influencia de la propaganda radiofónica en los dos bandos de la contienda.


Con el final de la guerra entramos en los años de la autarquía. El autor rememora los principales tebeos de la época, la creación de la muñeca Mariquita Pérez (todo un símbolo y un negocio), el viaje de la División Azul para combatir en Rusia, el hito del nacimiento de El Corte Inglés (y del Sepu, nunca hay que olvidarse del Sepu: “Quien calcula compra en Sepu”), el consultorio de Elena Francis (tengo metida su sintonía en la cabeza), las increíbles tiradas de El Caso, el inolvidable gol de Zarra…


Los años sesenta y setenta son los de la arrebatadora sociedad de consumo que transformaron la gris y plana sociedad española. Aparece la televisión, comienzan las huelgas estudiantiles, las radionovelas eran capaces de paralizar el país, el bikini viene para quedarse, nos visitan Los Beatles, el Lute se convierte en mito, qué buenos eran los Chiripitifláuticos y los Payasos…


Con la muerte de Franco se inicia la vapuleada Transición, años en los que triunfan los concursos televisivos como el Un, Dos, Tres… y los programas de animales de Félix Rodríguez de la Fuente, se legaliza el PCE, casi hay un golpe de estado el 23-F, la espumosa y cacareada movida madrileña… El último capítulo transcurre desde 1982 a nuestros días, donde se reviven episodios trágicos como las muertes que ocasionó el aceite de colza, los atentados terroristas de ETA,  el curioso referéndum de la OTAN, la Huelga General de 1988, las Olimpíadas de Barcelona, el gol de Iniesta en el Mundial de fútbol, la avasalladora irrupción de las Nuevas Tecnologías en la vida cotidiana, la crisis y la plaga de los mileuristas…


            Me interesa resaltar la calidad de la prosa del autor, pues buena parte de los muchos aciertos de este libro residen en su manera de contar esta minúscula realidad. No estamos ante un frío repertorio periodístico de instantáneas históricas sino que el autor, con un estilo evocador repleto de matices y de intuiciones literarias, reconstruye los sonidos, colores y sensaciones de  toda una época sirviéndose de momentos, personas, aficiones o fenómenos muy puntuales y conocidos. Como cuando escribe sobre el programa “El hombre y la tierra”: “La épica de las imágenes se remansaba en la voz de Félix, que hablaba con un ritmo de sístole y diástole, como un corazón bien temperado”.
            Obra muy original y entretenida, de doméstica intrahistoria. El autor se ha detenido exclusivamente en el mundo que forma parte de la gente de a pie: “no a los reyes o a los políticos, que sobre ellos abundan los (buenos) ensayos, sino a vosotros, a la gente que ha pasado hambre, a quienes soñaron con ponerse al volante de un Seiscientos o celebraron los goles de Zarra o Iniesta. Esta es, pues, de alguna manera, tu vida, y la de tus padres y tus abuelos. Esta es nuestra vida”.



Historia a pie de calle
Alberto de Frutos
Larousse. Barcelona (2016)
224 págs. 14,90 €.              

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