domingo, 30 de abril de 2017

“La guardia”, de Joydeep Roy-Bhattacharya


Joydeep Roy-Bhattacharya (India, 1971) suele escribir sobre asuntos bélicos del siglo XXI con el telón de fondo de los clásicos griegos (en sus anteriores novelas se ha inspirado en Sófocles y Esquilo). En su nueva novela se inspira en la tragedia Antígona, de Sófocles, para reflexionar sobre el sinsentido de la guerra y las cicatrices existenciales que provoca.
            La guardia, publicada en 2012, está ambientada en la guerra de Afganistán. Un grupo de soldados norteamericanos se encuentra desplazado en un cuartel próximo a las montañas donde se esconden los talibanes. Ya han tenido varios enfrentamientos, que se han saldado con muertos en los dos bandos.
            El detonante de la novela es la llegada de una joven pastuna, Nizam, a ese destacamento para reclamar a las autoridades norteamericanas el cadáver de su hermano Yusuf para enterrarle “según los principios de mi fe”. Desde bastante lejos, Nizam ha llegado hasta allí en un pequeño carro con el que consigue desplazarse, pues perdió las piernas por una bomba lanzada por los norteamericanos cuando regresaba de una boda. En el atentado perdieron la vida la mayoría de sus familiares. Su hermano es un reconocido héroe pastún, un muyehidin que lucha contra los americanos para vengar a su familia. Los americanos, sin embargo, no quieren entregarle a Nizam el cuerpo porque lo van a trasladar a la capital para que las autoridades lo puedan “mostrar” como una victoria militar.
            Ante la negativa y para seguir reclamando su derecho (como la heroína de Antígona), Nizam decide quedarse delante del cuartel, en un lugar inhóspito y árido, con un calor asfixiante durante el día y una penetrante y fría niebla por la noche. El paisaje es decepcionante, con las montañas como telón de fondo.
            La larga espera de Nizam no deja indiferente a nadie. Tal es así, que la vida entre los soldados y los mandos norteamericanos sufre un colapso, pues tienen constantemente delante de ellos a una víctima de “su” guerra, con una dramática historia personal a sus espaldas que puede interpretarse como una parábola del sinsentido de la presencia americana en aquellas tierras.
            A partir de ese momento, cada capítulo de la novela pasa a algunos de los personajes que intervienen en este asunto: un médico, el capitán, un sargento, el intérprete tayiko… Todos aportan diferentes perspectivas sobre el desarrollo de la guerra y la influencia en sus vidas y en el resto de sus compañeros de las duras experiencias que están viviendo. Lo que se cuenta tiene que ver con el presente –la lacerante presencia de Nizam frente al acuartelamiento- y el pasado, pues se relatan algunos episodios de sus vidas en Estados Unidos y justo antes de la llegada de Nizam, cuando tuvo lugar el enfrentamiento armado con los talibanes.
            El eco de la tragedia clásica añade profundidad y originalidad a lo que se está contando, aunque muchos momentos narrativos son los habituales de una guerra contada desde la perspectiva de quien no encuentra explicación. Los personajes se desahogan, muestran en carne viva sus pensamientos, sufren situaciones traumáticas, se sienten incomprendidos, recuerdan, pasan el tiempo escuchando música y leyendo, amenazados constantemente por un posible e inesperado ataque talibán. Sin embargo, la silenciosa y contundente presencia de Nizam trastoca totalmente  su escala de valores hasta plantearse existencialmente el sentido de su misión militar, a la vez que se multiplican sus dudas sobre la finalidad de una guerra donde todos son víctimas.


La guardia
Joydeep Roy-Bhattacharya
Sexto Piso. Madrid (2017)
312 págs. 23,90 €
T.o.: The Watch.
Traducción: Magdalena Palmer.

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